El pleno que tendrá lugar el próximo 30 de octubre en el Ayuntamiento de Barcelona ratificará la propuesta que se inicia esta semana desde la Comisión de Presidencia. Se trata de retirar la Medalla de Oro de la Ciudad al rey emérito Juan Carlos I.
El plazo de alegaciones previo ha transcurrido sin que nadie haya presentado alegación en contra.
El Ayuntamiento ha presentado en el día de ayer un informe justificativo, donde se incluye el expediente para la retirada de la medalla, y se fundamenta en «la serie de polémicas acumuladas en los últimos años en torno a la figura de Juan Carlos I. Estos hechos, según señala el informe, ponen en cuestión su integridad ética y moral como ciudadano y como servidor público, la integridad de sus acciones mientras disponía de los privilegios asociados a su cargo, la gestión de los presupuestos públicos que le eran asignados, la transparencia y la coherencia entre su discurso público y sus actividades».
El informe detalla algunas de las polémicas, como su participación de incógnito en una cacería de elefantes en Bostwana en 2012, la renuncia de Felipe VI en marzo de 2020 a la herencia de su padre y la retirada de la asignación económica a Juan Carlos I como medida de contundencia desde la Casa Real ante las cuentas que están siendo investigadas por la justicia suiza. No pasan por alto el hecho de haberse marchado a Emiratos Árabes, régimen totalitario donde está reportada la reclusión arbitraria, tortura, desaparición forzosa de persona y que tiene una legislación discriminatoria hacia las mujeres, según recuerdan.
En el pasado pleno extraordinario que tuvo lugar en el mes de agosto, se aprobó por ERC y JxCAT la reprobación de Juan Carlos I. En este momento ya se presentó una declaración institucional por parte del Ayuntamiento para la retirada de la Medalla. Sin embargo, en este momento, al tratarse de una declaración institucional, no era de obligada ejecución.