El Gobierno de España acaba de declarar el Estado de alerta ante el aumento de los casos positivos de COVID-19 en las últimas semanas.
La llegada del frío conlleva que el virus pueda expandirse a mayor velocidad, y el riesgo de contagio es más elevado en lugares cerrados. Por este motivo, desde el CSIC han elaborado una guía específica donde se establecen las pautas para la ventilación, purificación del aire según la sala, el número y la edad de los ocupantes, la actividad realizada y la incidencia en la región.
“La ventilación es la renovación de aire, es decir, sustitución del aire interior potencialmente contaminado, con aire exterior libre de virus. Y la purificación del aire consiste en la eliminación de las partículas en suspensión, susceptibles de contener virus”, aclara la investigadora María Cruz Minguillón, que ha elaborado la guía junto al investigador Xavier Querol, ambos del IDAEA-CSIC, y con la colaboración de José Manuel Felisi y Tomás Garrido, de la Asociación Mesura, según explican desde el CSIC.
Disminuir la emisión y la exposición a las partículas en suspensión (aerosoles) susceptibles de contener el virus es fundamental para evitar contagios.
El uso de mascarilla bien ajustada, la reducción del tiempo de exposición, aumento de distancia interpersonal y ventilación y purificación de aire son las claves para evitar la propagación del virus en espacios cerrados.
La guía se basa en la que fue realizada por la Universidad de Harvard, de la que ya te informamos en Las Repúblicas hace unas semanas.
El contenido de la guía puede ser consultado directamente aquí.
Las actividades en el exterior son siempre preferibles al interior, señala el estudio. En caso de que la actividad tenga que ser en el interior, es recomendable en primer lugar la ventilación natural (abrir ventanas y puertas de lados opuestos de la sala). Además, es recomendable utilizar equipos extractores o impulsores si la ventilación natural no es suficiente.
La guía sirve para saber cómo se debe ventilar correctamente un aula, una oficina o un espacio cerrado. Una medida imprescindible que ha de llevarse a cabo además del uso de mascarilla y del mantenimiento de la distancia de seguridad.