La reapertura de las escuelas ha supuesto la aceleración de la pandemia tal y como estamos viendo en esta segunda ola de COVID-19 según un informe que acaba de publicar el ministerio de salud del Gobierno de Israel.
En esta gráfica puede verse el aumento de contagios que coincide a partir de la apertura de las escuelas. No serían el único factor determinante, pero sí uno de los que ha tenido que ver en el aumento de casos.
Según explica la Doctora Zoë Hyde experta epidemióloga que ha analizado el contenido del informe a través de sus redes sociales, los niños tienen más probabilidades de dar positivo en la prueba que los adultos (8% frente al 6% de todas las PCR realizadas en Israel). También tenían más probabilidades de dar positivo por COVID-19 en las pruebas de anticuerpos que los adultos.
Según el informe la mayoría de niños positivos a COVID-19 fueron asintomáticos (entre el 51 y 70%). Los niños en edad preescolar tienen más probabilidades de ser asintomáticos que los niños más mayores.
La barra rosa superior de la imagen indica la proporción de personas asintomáticas en cada grupo de edad.
Señala la Doctora Hyde que en todo Israel se han identificado a 350 personas que infectaron al menos a otras 10. De estos superpropagadores, 17 (el 5%) eran niños. Siete niños, explica la doctora, infectaron a 10 personas cada uno. Tres niños infectaron a 12 personas cada uno. Y un sólo niño infectó a 24.
«Las infecciones en las escuelas se propagan a toda la comunidad al final», afirma la doctora. En la imagen que se ve a continuación está representado un brote en una escuela primaria. El brote incluye a 5 profesores inicialmente y a 20 alumnos. Finalmente fueron 79 personas infectadas.
Los autores del informe concluyen que la reapertura de las escuelas puede acelerar la propagación del COVID-19, a menos que la transmisión comunitaria sea baja. Los autores del informe recomiendan que el regreso a las aulas se haga de forma gradual.