La Organización Mundial de la Salud (OMS) sigue con atención el desarrollo de decenas de prototipos de vacunas contra la Covid-19, y tras analizar los primeros resultados de las más prometedoras, el organismo supranacional es bastante claro respecto a ellas: «no van a ser 100 por cien efectivas«. Así, habrá casos de personas que se inoculen las dosis establecidas, que contraigan la enfermedad de todas formas, o que puedan presentar efectos secundarios (la gran mayoría leves).
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, es de aquellos expertos que adelanta la llegada de las primeras dosis a nuestro país a finales de noviembre o diciembre, aunque el tiempo juega en su contra y estamos cada vez más cerca de acabar el año sin saber nada de la primera (y esperada) vacuna. Más bien parece un estímulo para la ciudadanía ante las multiples restrinciones, o la típica palabrería del Gobierno español de turno.
En cualquier caso, y con muchas problaidades según la información que viene de fuera, son muchas las vacunas con potencial para comenzar a ser repartidas durante el primer trimestre y mediados de 2021, pero antes debe demostrarse que la elegida (o las elegidas) es segura y eficaz, algo que aprobarán los respectivos organismos reguladores nacionales.
Posteriormente comenzará su fabricación con todos los estándares establecidos (aunque algunas como la de Astrazeneca ha comenzado esta fase a la vez que los últimos ensayos clínicos), y por último, la distribución a nivel mundial. La Unión Europea garantiza que todos los países miembros la recibirán al mismo tiempo. [Menos España que ya la habra tenido a finales de este mes]