Tanto la Guardia Civil como la Policia Nacional se vieron muy resolutivas contra abuelas, jóvenes y jubilados el 1 de octubre de 2017, el día de infamia, en el que se pego a la población por votar. Otra cosa diferente es si en vez de ciudadanos pacíficos es un simple joven quien se enfrenta a ellos. Esto ha pasado en Calpe, Alicante.
Se ve un coche de la Guardia Civil y a un agente improvisando una barrera para bloquear la carretera. Otra patrulla acude de refuerzo. Se trata de una emboscada para dar el alto a una furgoneta azul que había cometido una infracción de tráfico.
La Policía Local le iba persiguiendo y había solicitado ayuda. «¡Pon ahí un tronco!, ¡otro más, que puede subir!» se escucha en el vídeo que grita la Guardia Civil que no sabe que hacer. «Tira la escoba», «!Pero, Cálmate¡» se oye gritar nerviosamente. No atinan a bloquear el paso con los vehículos, ni parece que lleven extensibles de pinchos para detenerlo.
Una vez a la altura de la Guardia Civil, que en vez de pincharle las ruedas con las armas reglamentarias, apuntan a la furgoneta, lo que hace enfadar aún más a su conductor. Este sale y golpea a los dos guardias que se dirigen hacia él y caen al suelo como muñecos.
Sus compañeros de la benemérita dan seis disparos al aire, intentando amedrentarle. Varios vecino los observan y graban la escena desde una urbanización próxima a Altea. «¡Pégale un tiro!», gritan mientras el hombre vuelve a subir en la furgoneta.
Arranca y hábilmente consigue darse a la fuga pasando entre los dos vehículos policiales. Con indignación los testigos ven cómo continúa la persecución: «¿Ves cómo había que poner más troncos?», dice uno de ellos en medio del espectáculo policial.
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Poco después el joven, de 20 años ha sido detenido, acusado de atentado a agente de la autoridad, resistencia y un delito contra la seguridad vial. Pesa 120 kilos y le constan múltiples antecedentes por violencia en el ámbito familiar. No eran ni abuelas, ni jubilados que estaban votando…
Vídeo: