Hoy comenzaba el juicio por los atentados del 17 de agosto en Barcelona y Cambrils. Al inicio de la vista se ha aportado una prueba contundente, unas imágenes que no se habían visto nunca hasta ahora: un vídeo en el que se ven los integrantes de la célula terrorista, grabados en la casa de Alcanar mientras preparaban los explosivos que querían utilizar para su primer objetivo: atentar a la Sagrada Familia, el Camp Nou y la Torre Eiffel.
En el banquillo se sientan tres jóvenes a los que la Fiscalía no acusa de asesinato, pero sí de integración y colaboración con banda terrorista, y para quien pide entre 8 y 41 años de prisión. Entre ellos, Mohamed Houla, que grabó estas imágenes el día antes de que todo quedara destruido por la explosión que mató parte de la célula terrorista.
Este vídeo se ha visto este martes en la primera jornada del juicio en la Audiencia Nacional, en Madrid. Ninguno de los autores materiales de los atentados está vivo, y tampoco el que se cree que radicalizó aquellos jóvenes, el imán de Ripoll, Abdelbaki se-Satty.
La grabación la encontraron los Tedax de los Mossos d’esquadra en una cámara de fotos cuando inspeccionaban el chalet después de la explosión que lo destruyó. Manipulan TATP, el explosivo más sensible e inestable que se conoce. Es el documento que muestra la fábrica de explosivos más grande detectada en Europa.
Se ve Mohamed Hichamy, a quien se considera el líder del grupo que atenta en Cambrils, donde murió abatido. Yousef Alla, que en el vídeo viste un jersey rojo, muere en la explosión de la casa. Horas después, el joven del jersey de rayas, Younes Abouiakub, atenta a la Rambla de Barcelona; consigue huir y el abaten en un campo del Penedès.
Aviso. Las imágenes son impresionantes e incitan al odio y la violencia, poniendo de manifiesto su grado de radicalización: