El nombre del empresario multimillonario, Bill Gates, suena desde la pandemia más que antes, si cabe.
Desde que se conociera el Evento 201, un congreso internacional en el que, antes de que comenzase la pandemia de COVID-19 se realizó un monográfico específico que abordaba una situación «ficticia» -que ha clavado en todo, punto por punto lo que estamos viviendo-, sus puntos de vista se tienen muy en cuenta.
Por eso ahora hay quien ha mirado en la hemeroteca para ver cuántas cosas que Bill Gates había dicho podrían tener relación con lo que está sucediendo en estos momentos.
Hace cinco años, en esta charla de TED, habló expresamente de los cambios que se producirían en el futuro. Y lo cierto es que resulta sorprendente cómo se anticipó a lo que estamos viviendo.
En esta conferencia vaticinaba una serie de cuestiones que hoy resultan interesantes:
Normalización de reuniones on line: antes del confinamiento las videollamadas eran algo común entre personas, amigos, familias, o a nivel de empresa en circunstancias en las que era imposible reunirse en persona. Sobre todo en encuentros en los que las personas vivían en lugares muy lejanos. Ahora, sin embargo, se ha convertido en una herramienta muy habitual que ha servido para sustituir encuentros físicos cuando se han hecho imposibles a causa del virus.
Para ello, las herramientas de videoconferencia sufrirán una revolución: algo que también está sucediendo ya, pues han surgido distintas plataformas que han ido modificándose de manera rápida en los últimos meses para ofrecer mayor calidad. Cuestiones como la seguridad, la intimidad y la buena conexión están mejorando cada día.
Espacios de trabajo compartido y teletrabajo: acudir a la oficina a trabajar también se va a convertir en algo más puntual. Algo que ha comenzado en el confinamiento y que ha venido para quedarse. De esta manera, se compartirán sitios físicos de trabajo entre varias personas, que acudirán a sus puestos de manera intermitente y podrán continuar con su tarea desde sus casas. Se abaratará en costes para las empresas, y se tendrá una mayor flexibilidad para compaginar la vida personal con la laboral.
De hecho, se pondrán cada vez más espacios que serán compartidos por distintas empresas para que sus trabajadores puedan reunirse en momentos puntuales.
El hecho de no tener que ir a la oficina todos los días permitirá vivir en otros lugares más lejanos de las zonas empresariales, lo que conlleva un traslado hacia zonas residenciales fuera de las ciudades. Esto es algo que en pocos meses hemos visto que ha empezado a suceder ya. Mucha gente prefiere vivir en casas con más espacio, incluso en zonas rurales, que les permiten disfrutar de mayor calidad de vida por menos dinero.
La forma de socializar cambiará: empezaremos a tener mayor relación con la gente cercana de nuestro entorno, como vecinos y gente del lugar donde vivimos, en lugar de socializar con compañeros del trabajo.
Todo esto revertirá en una mayor calidad de vida, y además, los cuidados y precauciones que hemos aprendido a tener en esta pandemia nos van a servir para protegernos ante otros virus, por lo que Gates vaticina que la llegada de otra pandemia nos pillará prevenidos y sus efectos serán menos nocivos porque sabremos cómo debemos reaccionar de manera inmediata.