La joven ingeniera biomédica catalana Judit Giró, egresada (formada o graduada) por la Universidad de Barcelona, ahora pisa el acelerador junto a la Universidad de California en Irvine, donde estudió el máster de Embedded Cyber-physical Systems (Sistemas ciberfísicos embebidos) supo desde muy joven que la biología y las matemáticas iban a tener un papel fundamental en su vida.
Giró ha desarrollado un dispositivo revolucionario, The Blue Box. Este dispositivo podría diagnosticar el cáncer de mama a través de una muestra de orina en casa. The Blue Box le ha servido para recibir el Premio Internacional The James Dyson Award, dotado con 35.000 euros. El dispositivo diseñado por la catalana analiza la orina humana y detecta el cáncer con una tasa de clasificación de más del 95%.
The Blue Box analiza determinados compuestos presentes en la orina para detectar signos de cáncer de mama. Durante unos minutos, hace un análisis químico de la muestra y envía los resultados a la nube, donde se ejecuta un algoritmo basado en inteligencia artificial. Esto conduce a un diagnóstico que se comunica a través de una aplicación en el móvil.
La investigadora, de 24 años, se centró en cómo diagnosticar el cáncer de mama de una manera menos invasiva y costosa para evitar así que muchas mujeres se saltaran las pruebas. El primer prototipo lo hizo en 2017 como trabajo final de grado. Giró ha explicado que se demostró la hipótesis de que la análisis de metabolitos realizada en orina es suficientemente significativo para clasificar las pacientes entre sujetos control y pacientes con cáncer de mama con metástasis.
Con el fin de probar el dispositivo se recogieron 90 muestras de orina humana de sujetos control y pacientes con cáncer de mama en el Hospital Sant Joan de Reus. Se alcanzó una sensibilidad del 75%. El segundo prototipo, desarrollado en la Universidad de California donde trabaja la joven, logra una clasificación del 95%.
Ahora se está a la espera que el comité ético de al Universidad de California apruebe el protocolo y se puedan empezar a recoger muestras de orina de pacientes antes de que sean diagnosticadas. Esto permitirá conocer la capacidad de diagnóstico real en pacientes con tumores de mama en estadio más inicial. El objetivo es que el dispositivo esté en fase de prototipo final en dos años, preparado para estudios en humanos y ensayos clínicos.
Hay que recordar que Giró trabajó en su proyecto de fin de carrera en un sistema que simulaba el funcionamiento de la nariz de un perro para la detección de cáncer. Lo hizo empleando sensores y microprocesadores. «Ese proyecto me motivó bastante y decidí hacer un máster en California».
Ya en tierras estadounidenses y como trabajo fin de máster, creó The Blue Box junto con su mentor. «Ahora estoy trabajando en la Universidad y estamos a la espera que el comité ético nos apruebe el proyecto», nos apunta Giró. El prototipo actual funciona bien y es capaz de obtener una tasa de éxito del 95% para tumores avanzados, pero en tumores más pequeños no obtenía un resultado satisfactorio.
Vídeo: