Un padre gallego implora medidas de protección urgentes para su hija. Lo lamentable del caso es que esta menor ha estado de nuevo en grave riesgo por su vida, mientras se encontraba otra vez al cuidado de su madre. La inacción y mala praxis en las diferentes administraciones médicas (IMELGA), jurídicas, menores y servicios sociales, han obligado a este padre a encontrarse en la actualidad incumpliendo con el auto de medidas provisionales y sin poder llevar a su hija al colegio desde hace ya mes y medio. Acude a Las Repúblicas donde ya conocíamos su caso desde hace tiempo, para solicitar ayuda por miedo a que su pequeña pierda la vida.
En la tarde del día 12 de octubre del presente año, José Manuel López Salgado, residente en la localidad gallega de Verín (Ourense) empezó a recibir mensajes de su hija, de 9 años de edad, pidiéndole ayuda de forma urgente, explicándole que su madre estaba conduciendo el vehículo en estado de embriaguez y que tenía mucho miedo.
Rápidamente alertó al 112 y, tras conseguir que la menor enviase la ubicación exacta a través de WhatsApp, la Guardia Civil localizó el vehículo, junto a un puente, situado a pocos metros de un precipicio. En el asiento del conductor se encontraba la madre de la menor, durmiendo, y la menor llorando muy nerviosa en la parte trasera del vehículo, quién al ver a los agentes acercarse salió corriendo del vehículo muy asustada y pidiendo que por favor avisaran a su padre.
La Guardia Civil despertó a la madre de la menor, quien se encontraba desubicada y despistada, con sintomatología de haber consumido alcohol, reconociéndolo, presentando poca estabilidad al caminar, balbuceando, ojos rojos y desprendiendo aliento a alcohol, teniendo en la guantera de la puerta del conductor un botellín de cerveza abierto. Fue necesario la intervención de una ambulancia medicalizada.
El padre de la menor se la llevó con él, denunciando posteriormente lo sucedido, no reintegrando a la menor con su madre, tal y como de forma provisional le corresponde.
José Manuel solicita que alguien tome unas medidas de forma urgente para proteger el bienestar emocional y físico de su hija, y evitar que su vida no vuelva a estar nuevamente en riesgo: “no quiero tener que llevarle flores al cementerio a mi hija, cuando es algo que todos podemos evitar”. Este padre explica que la propia Fiscalía de Menores ha solicitado el día 15 de octubre al Servicio de Menores de la Xunta de Galicia “que procedan con carácter urgente a adoptar una medida de atención inmediata dada la desprotección en que se encuentra la menor”, ya que de forma provisional la custodia la tiene la madre y la menor (considerada en situación de riesgo desde el mes de junio de este año) tendría que regresar con ella.
Este Servicio de Menores de Ourense, el 19 de octubre le explicó a José Manuel que ellos no iban a entregar a la menor a su madre, ya que no serían responsables de que le sucediese algo estando con ella, pero que José Manuel debía entregarla, tal como el auto judicial indica, y que de no hacerlo enviarían a la menor a un centro de menores, a pesar de explicar que contra este padre no tienen “ninguna queja, y que podría hacerse cargo de ella perfectamente”.
Finalmente decidieron no tomar ninguna medida, a pesar de exigirla Fiscalía de Menores, por lo que en la actualidad José Manuel ha solicitado a la Consejería de Política Social, a la Dirección General de Infancia, a la Jefatura de Política Social y al propio Defensor del Pueblo Gallego “que alguien haga algo para proteger a su hija y que esta pueda volver, dentro de lo posible, a la normalidad”.
Desde que han sucedido estos hechos el 12 de octubre, el padre de la menor, maestro de profesión (actualmente en situación de baja laboral), no lleva a su hija al colegio ya que, de hacerlo, el centro educativo sólo podría entregar a la hora de la salida a su madre. El padre explica que quiere llevar a su hija al colegio cuanto antes y que se le permita vivir en un entorno seguro, sin que su vida pueda estar en riesgo nuevamente.
Hace dos días tenían una comparecencia en el juzgado para decidir sobre las medidas urgentes de protección solicitadas por José Manuel, pero ésta fue cancelada porque su ex pareja presentó un informe médico alegando que no se encontraba en condiciones de acudir a la misma, por lo que deben seguir esperando a una decisión judicial.
Pero no es la primera vez que denuncia unos hechos similares, ya que hacía menos de dos meses que había denunciado algo así, narrado por su hija posteriormente, explicándole que también había intervenido la Guardia Civil, pero hasta la actualidad nada sabe de esa denuncia presentada el 17 de agosto. En el año 2016 fue la primera vez que este padre puso en conocimiento tanto de los Servicios Sociales como del juzgado que la madre de la menor conducía bajo los efectos del alcohol llevando a la niña en el coche, algo también reconocido por la propia madre en aquel entonces. Sin embargo, y a pesar de estos hechos y otros mucho más graves, en un primer momento el Juzgado, tras solicitarlo los equipos psicosociales del IMELGA, les concedió a estos padres una custodia compartida.
Hace dos años empezaron a suceder diversos hechos muy graves en los que el bienestar físico y emocional de la menor estuvieron en riesgo en diversas ocasiones, estando su propia vida en riesgo también. En aquél entonces la inacción y mala praxis de diversos profesionales provocaron que, de forma provisional el Juzgado otorgase la custodia de la menor a su madre, en una vista de medidas urgentes de protección solicitadas por José Manuel.