Juan Carlos I ha presentado ante Hacienda una declaración para regularizar su situación fiscal por las tarjetas opacas según ha publicado el El País. Los movimientos de estas tarjetas se ubican entre los años 2016, 2017 y 2018. Es decir, tras la abdicación del emérito, lo que significa que ya no gozaba de la protección constitucional que le hace inimputable por cualquier delito.
El monarca emérito, instalado en Abu Dabi desde hace cuatro meses, pretende de este modo fiscalizar sus movimientos con la Agencia Tributaria. El escrito aún está siendo analizado por Hacienda, que aceptará o no en los próximos días el documento del rey, donde podría solicitar aclaraciones y establecer un importe a pagar.
La regulación fiscal gira en torno al uso de las tarjetas opacas que tanto Juan Carlos I como varios integrantes de la familia real usaban con fondos del empresario mexicano Allen Sanginés-Krause, investigado por la Fiscalía del Tribunal Supremo.
Teniendo en cuenta las estimaciones que señalan que su fortuna oculta en paraísos fiscales rondaría los 2.000 M €, la regulación de solamente medio millón suena a coña, ¿verdad? pic.twitter.com/RgpGHZT58S
— Jon Inarritu (@JonInarritu) December 7, 2020