Los Reyes han viajado este lunes por sorpresa y de manera clandestina a Barcelona para entregar a Joan Margarit el Premio Cervantes 2019, que no pudo recibir en abril pasado debido a las restricciones impuestas por el coronavirus. Felipe VI y Letizia Ortiz se ha desplazado a primera hora de la mañana a la capital catalana, y solo lo sabían algunos medios por fuentes del dispositivo de seguridad.
Felipe VI ha presidido un “acto privado”, denominación que le ha dado Zarzuela, «clandestino» denominado por los medios, para justificar que no se anunciara públicamente) en el palacete Albéniz de Barcelona, donde entregado el galardón al poeta catalán acompañado por Letizia Ortiz y por el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes. Todo en el más estricto hermetismo social.
El acto, que por sus escasos asistentes ha tenido un carácter casi secreto, no figuraba en la agenda oficial de los Reyes, que se hizo pública el pasado viernes. La Casa del Rey no confirmó la visita hasta que ambos habían abandonado ya el palacete que les sirve de residencia oficial durante sus estancias en Barcelona, poco antes de las dos de la tarde, y emprendido el regreso a Madrid.
La última vez que el Rey acudió a la capital catalana fue el pasado 9 de octubre, con motivo de la entrega de los premios de la Barcelona New Economy Week (BNEW), en la Estación de Francia. El acto estuvo rodeado por un fuerte dispositivo de seguridad y con varias manifestaciones de protesta en las inmediaciones.
