Para las elecciones del 14 de febrero en Catalunya pueden haber cambios logísticos, todos pensados para paliar las dificultades que añade la pandemia del Covid-19. El primero es que habrá más puntos de votación, aproximadamente un 30% que, en el caso de Barcelona ciudad, puede llegar al 40%. Se pretende que ninguna mesa no supere los 800 votantes.
En otras votaciones, algunas mesas llegaban a los 1.500. Habrá que estar atento a las tarjetas que recuerdan los datos, que pueden no ser las mismas a las que estamos habituados. Se buscan locales más grandes, como por ejemplo, pabellones deportivos, altos de techo y que no estén tan cerrados.
Se recomienda ir a votar solos y, si es posible, con el voto ya preparado para no tener que remover papeletas y sobres y pasar el mínimo tiempo imprescindible en hacer todo el proceso de votación. No sólo los encontraremos en la propaganda de los partidos sino que también las enviará el gobierno. Los lugares habilitados para hacer cola, si es posible, serán en el exterior y estarán marcados con la distancia de seguridad y se establecerán accesos diferenciados de entrada y de salida.
La propuesta también contempla horarios diferenciados: de 9 a 12, los colectivos de riesgo y de 12 a 19, el resto de la población, para dejar la última hora, de 19 a 20, las personas contagiadas, en cuarentena o en riesgo de estarlo. Entre los miembros de las mesas y los votantes habrá pantallas y no se intercambiarán ningún documento.
Los locales, incluidas las escuelas que son habituales espacios electorales, se recomienda que al día siguiente, día 15, estén cerrados o que sólo se realicen trabajos de limpieza. Se da el hecho favorable que la semana anterior es la de carnaval y muchas escuelas ya eligen el lunes siguiente, este día 15, como fiesta de libre elección.