La CUP tiene la intención de institucionalizarse de cara al 14F, aunque sea de prisa y corriendo. La formación que nació como partido únicamente para las municipales dio el salto al Congreso de los Diputados en las últimas elecciones generales. Su próximo paso es intentar entrar por primera vez en el Govern de la Generalitat, si así lo permiten sus apoyos electorales y la aritmética parlamentaria.
La estrategia electoral de la formación antisistema será postularse como el único partido que puede garantizar el camino de “desobediencia” iniciado con el Procés. Por esta razón, apuestan por celebrar otro referéndum en 2025, es decir, al término de la próxima legislatura, e ir preparando el camino.
La experiencia del 1 de octubre de 2017 ha de servir de mucho. Repetir el mismo desafío contra el Estado, significa haber aprendido lo que ha acontecido desde entonces, que es mucho, y para eso se necesitan más apoyos. Su propuesta busca así distanciarse de Junts per Catalunya, que pide levantar la declaración unilateral fallida, pero también de ERC, que sigue sin poner plazos a un nuevo referéndum.
En este sentido, la elección de Dolors Sabater como candidata a la presidencia de la Generalitat es toda una desafío y a la vez una apuesta firme e intencionada. Hay que recordar que Sabater estuvo en la órbita de Podemos, pero ahora mantiene una posición crítica con los podemitas liderada por Pablo Iglesias al considerar que no estuvo a la altura en las horas decisivas del Procés.
