Extremadura acaba de establecer el nivel 4 de alerta ante el aumento de contagios de COVID-19 acumulados en la región.
A partir de mañana, viernes, 1 de enero, y durante los próximos 14 días el toque de queda se establece a las 22.00 horas.
El aforo de los locales comerciales será, en todos los casos, del 30%. Solamente podrá haber cuatro comensales en una misma mesa en los restaurantes, ya sea en el interior como en el exterior. Quedan prohibidas las competiciones deportivas no regladas.
En la rueda de prensa que ha dado esta mañana el consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, ha señalado que «lo más fácil sería aplicar confinamientos», pero que el sector productivo no está preparado para otro encierro. Por este motivo, se apela a la responsabilidad de la población para poder hacer frente a esta difícil situación y se invita a que permanezcan en sus casas todo lo posible.
Extremadura acumula una incidencia de 459,86 casos por 100.000 habitantes a los 14 días, 250 casos a los 7 días. Son cifras excesivamente elevadas que requieren de medidas urgentes y contundentes, porque en próximos días «pueden transformarse en ingresos hospitalarios y en fallecimientos».
A pesar de la toma de medidas, se prevé que las cifras seguirán creciendo, por lo que es fundamental que la población tome en consideración las circunstancias y actúe con responsabilidad extrema.