Pedro Sánchez ha abierto otro debate político en torno a la Monarquía al anunciar que el rey Felipe VI tiene una hoja de ruta con la que pretende mejorar la transparencia, ejemplaridad y rendición de cuentas de la institución que dirige. El Estado le ha visto la boca la lobo ante tanta corruptela borbónica y su jefe de Estado y el ‘régimen atado y bien atado’, peligra como tal.
Sánchez, sin embargo, no aclaró ante los medios qué se pretende llevar a cabo y si el fin último es reformar la Jefatura del Estado, tal y como pretende Podemos con su reciente anuncio de que llevará al Congreso de los Diputados una «Ley de la Corona» para su debate y eventual votación en la Cámara baja. Todo esto cuando la ciudadanía es más republicana que nunca.
El presidente del Gobierno dio por hecho que Zarzuela dará pasos para adecuar la institución a «una monarquía parlamentaria constitucional adecuada a la España del siglo XXI«, aunque no dio más detalles. En cualquier caso, Felipe VI lo sabe, y hasta podría exigir a su padre que devuelva o done el dinero del empresario mexicano Sanginés-Krause, como primer acto ejemplar.
«Paso a paso«, dijo desde Moncloa cuando se le preguntó por esa ley de la Corona, que debería ser impulsada por el Ejecutivo, y la posibilidad de regular algunos aspectos como la inviolabilidad del monarca. A pesar que los españoles preferirían liquidar ya esa corona y votar entre Monarquía y República, donde en las encuestas sale ganadora la segunda.