Este año 2021 se cumple el centenario de la partición de Irlanda entre la República independiente (de los británicos) e Irlanda del Norte, era el año 1921. Ahora los poderes fácticos han puesto una fecha, la de 2025 por lo pronto, compatible con la década que se marca el Sinn Féin (SF) y con el Acuerdo de Paz que contempla la consulta. El Brexit ha acabado por decantar que se celebre antes de acabar el lustro un referéndum.
Junto a los políticos se ha creado un grupo de académicos de Dublín, Belfast, Londres y EE.UU. para estudiar el histórico paso a dar. El grupo está presidido por Alan Renwick, de University College London (UCL), quien ha manifestado a The National lo siguiente: «Referéndums sobre el futuro de Irlanda solo deben celebrarse con una clara hoja de ruta sobre qué ocurre después».
La creación de la nueva frontera comercial entre Gran Bretaña y la UE en el mar de Irlanda tras ser descartada la frontera europea territorial entre norte y sur contribuirá a nuevos vínculos económicos en la unificada geografía. Irlanda del Norte tiene más cerca a Escocia que a Inglaterra. Y esta última ya preparía su consulta para es mismo mes de marzo. ¿Y la de Catalunya?
La ministra principal y líder independentista de Escocia, Nicola Sturgeon quiere aprovechar el rechazo al Brexit para reforzar el independentismo. Escocia aboga ahora por convencer con “argumentos políticos” a aquellas personas que en el referéndum de 2014 votaron contra la independencia y ahora lamentan ese Brexit.
En Gibraltar ya hay un acuerdo para una gestión española en el control de la frontera, junto a la UE y su policia Frontex, debido al mismo Brexit. Incluso se contemplaría paulatinamente una posible co-soberanía del peñón, con o sin referéndum, si el sistema de supresión definitivo de la verja fronteriza funciona. Como casi siempre la economía y el bienestar social tiene mucho que decir…