viernes, 22 de noviembre del 2024

Va en la sangre borbónica: Cuando Juan Carlos I nació, su padre estaba con una joven amante

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Josep Herrera
Josep Herrera
Periodista Journalist Press                                                                                                                                                                             diariolasrepublicas@gmail.com
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La colega periodista Pilar Eyre, nos cuenta como la ‘tradición’ mujeriega de los Borbones hizo que la madre de Juan Carlos I, María de Borbón -María la Brava-, como la conocían en familia (solo los periódicos la llamaban María de las Mercedes) se encontraba en un cine acompañando a su suegro Alfonso XIII, y pariera al exjefe del Estado y ahora exiliado, prácticamente a la carrera y sola.

Su marido, Juan de Borbón, el príncipe de Asturias, a pesar de que sabía que el parto era inminente, se había ido a la finca de los Medici en el Piamonte con «una sobrinita del exembajador de Italia en Madrid». Eyre demuestra la legendaria pulsión sexual de los Borbones, como algo tradicional sin remedio alguno. Desde un interesante relato de Lecturas deja taxativamente evidente que, de casta le viene al galgo.

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Prosigue para indicar que antes que él al hospital, acudieron los escasos nobles españoles que habían acompañado a su rey al exilio con admirable fidelidad, llegó antes la hija del dictador Mussolini con un tarro de caldo de pollo para la parturienta (que prefería el champán) y llegaron antes los corresponsales de los periódicos monárquicos afines al padre del recién nacido, en lo que no sería más que el primer acto de las profundas desavenencias y rivalidades que iban a enfrentar a padre e hijo toda su vida.

El rey Alfonso estaba tan furioso por su retraso que decidió hacerle un cruel bromazo: la mujer del representante de la legación china, chinos los dos, por supuesto, tuvo un hijo en la habitación contigua a la de María. Un bebé con los ojos rasgados y el pelo muy negro. Don Alfonso lo pidió prestado un momento y bajó con él a la planta baja de la clínica diciéndole solemnemente a su hijo: “He aquí al heredero de la Corona española”. Juan cogió emocionado el bulto que le tendía su padre, bajó la mantita que le ocultaba el rostro y al ver los rasgos inequívocos de un niño chino soltó un “¡Coño!”…

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El romance abortado entre Don Juan y Zsa Zsa Gabor por falta de liquidez.

 

 

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