Por la importancia de las palabras de la publicación bimestral, Foreign Policy, les reproducimos casi integra lo que opina la misma sobre la situación del Estado español, de su jefe de Estado y de sus Fuerzas Armadas… A finales de noviembre, miembros retirados del ejército español enviaron dos cartas directamente al rey Felipe VI del país, expresando su preocupación por el gobierno «socialcomunista» de Madrid y el peligro que representa, o eso dijeron, para la unidad española.
En estas emotivas misivas, una firmada por 73 ex altos oficiales del ejército, la otra por 39 oficiales retirados de la fuerza aérea, los jubilados se dirigen al monarca explícitamente como jefe de las fuerzas armadas y juran lealtad a la «patria», la «cohesión nacional». De la cual, afirman, se ha visto debilitado por el gobierno minoritario que preside el presidente del Gobierno socialista, Pedro Sánchez.
Estas extraordinarias cartas fueron seguidas de un manifiesto en líneas similares, publicado el 6 de diciembre, día en que los españoles aprobaron su Constitución de 1978 en un referéndum nacional. Este describió al gobierno liderado por los socialistas de España como «un grave riesgo para la unidad de España y su orden constitucional», y fue firmado por más de 400 ex miembros del ejército español, así como por uno de los nietos del ex dictador Francisco Franco.
La indignación expresada en estos documentos fue provocada por el trato que Sánchez cerró en noviembre con grupos independentistas de izquierda del País Vasco y Catalunya, a cambio de sus votos para el presupuesto 2021. La ironía, por supuesto, es que históricamente, la unidad e integridad constitucional de España no ha sido dañada o amenazada por el compromiso entre partidos, sino más bien por la intervención de los militares en su política.
Para todos, excepto para los elementos más reaccionarios de la clase política y el ejército de España, estas cartas constituyen un recordatorio desagradable del pasado. En julio de 1936, se lanzó una rebelión armada encabezada por el general Francisco Franco contra el gobierno del Frente Popular, una coalición de izquierdas.
Parte eran socialistas y comunistas que había ganado las elecciones generales en febrero de ese año. Después de tres años del golpe de Estado y de la brutal guerra civil, las fuerzas de Franco triunfaron sobre los republicanos en 1939, reemplazando al gobierno electo por una dictadura militar que duró las siguientes cuatro décadas.
Siniestramente, la visión insinuada en las cartas enviadas recientemente a la casa real y la declaración abierta, de los militares y la monarquía unidos contra el gobierno imperfecto pero democráticamente elegido de España, suena similar a la que inspiró la rebelión de Franco hace 84 años…