El Gobierno de Japón ha declarado hoy la emergencia sanitaria en Tokio y tres territorios colindantes (Kanagawa, Saitama y Chiba), con el objetivo de tomar medidas contundentes ante el aumento de contagios de COVID-19.
Yoshihide Suga, primer ministro, ha anunciado la adopción de las contundentes medidas «debido a la grave sensación de peligro ante la rápida expansión nacional del virus» esta mañana.
Se solicita así a la ciudadanía que permanezca en sus casas y que solamente salgan para lo imprescindible hasta el próximo 7 de febrero.
Se ha marcado como objetivo que el teletrabajo sea una realidad para el 70% de los empleados, establecer restricciones severas en los horarios comerciales y de los establecimientos abiertos al público como restaurantes y subrayar la importancia de no salir de casa, sobre todo a partir de las 20.00 horas.
Alrededor del 60% de los contagios se dan en establecimientos abiertos al público, por eso se ha hecho especial hincapié para extremar las medidas que tengan que ver con ello.
El Gobierno de Japón no tiene la posibilidad de implementar legislación para confinar a la ciudadanía, ni para restringir el horario comercial. Sin embargo, sí que apela a la responsabilidad ciudadana y a incentivarla económicamente si cumple sus recomendaciones.
Si las cifras no consiguen controlarse, las medidas se mantendrán más allá de un mes. En estos momentos se están reportando 2.447 infecciones en las últimas 24 horas en Tokio. A nivel nacional, en Japon se han registrado 7.000 casos.