Los grupos de Qanon en España, el movimiento conspiranoico y ultraderechista en el que no hay prácticamente momento del día en el que no haya alguien preguntando, tejiendo teorías o lanzando advertencias sobre un futuro amenazante, está reservado al parecer para unos pocos.
La versión española de Qanon tiene 14 canales disponibles en la aplicación Telegram. Se puede ingresar sin requisito alguno a 13 de ellos. El restante, denominado «Soldados Digitales», tiene derecho de admisión. El asalto al Capitolio unido a las infundadas acusaciones de fraude electoral lanzadas por Donald Trump se han convertido en idolatría para los ultras españoles.
Estos, según investigaciones del diario Público, buscan importar la lógica de la conspiración de ese movimiento estadounidense, que defiende la existencia de una guerra secreta contra una supuesta de red de pedófilos en las élites. Trump es su héroe y el «estado profundo» su archienemigo.
En el asalto al Capitolio hubo un personaje clave, Jake Angeli, un miembro del movimiento de teorías de la conspiración Qanon que se hace llamar «Yellowstone Wolf» en su canal de YouTube, en el que defiende que existe una supuesta red de pornografía infantil y tráfico sexual de menores dirigida por los demócratas, entre otras ideas.
Uno de sus grupos más numerosos, «QAnons España Dark to Light», se creó en mayo de 2020, al calor de la crisis del coronavirus y la difusión de teorías conspirativas sobre este virus. Tres meses después llegó «QAnons España Debate Total». Este último tiene más de 1.200 seguidores. El primero supera los 3.900.
El principal referente de esos grupos o canales de Telegram actúa bajo el seudónimo de «Alpaxino». «Hoy es un fantástico día para comprobar quién confía en el plan. Ayer fue un fantástico día para ver quién es un traidor», escribió a primera hora de la mañana del pasado 7 de enero, mientras las imágenes del asalto al Capitolio registrado el día anterior seguían impactando al mundo.
El día 7 ya había anunciado que «Qanons España es ya un hecho… y no va a desaparecer en la oscuridad». En las horas previas, sus compañeros habían intercambiado numerosos mensajes sobre lo ocurrido en el Capitolio: había quienes veían la mano de «antifas», mientras que otros destacaban que se trataba de «patriotas» que propiciaban «la Segunda Revolución Americana».
Un integrante identificado como Frank no ocultaba sus deseos de ver algo similar en España. «Pues si mañana vamos 300.000 a asaltar el Congreso de los Diputados… lo tomamos. ¿Creéis que 100 policías podrían pararlo?», se preguntó a las 20.57 del día 6, mientras el Capitolio se veía sumido en el caos…