Nunca se ha preguntado ¿cómo nos ven a los españoles desde la Unión europea? ¿Y cómo nos ven ellos?
La percepción que nosotros tenemos de la Unión Europa es doble. Por un lado nos han sembrado la imagen del padre lejano justiciero, de la que viene la famosa frase del lo llevaré a Estrasburgo, haciendo referencia al Tribunal Europeo de Derechos Humanos y ahora también al Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Y por otra, la que nos han repetido hasta la saciedad los respectivos gobiernos del estado y la Administración Pública Española, de que Europa es un club de estados.
Pero nunca pensamos cómo ellos nos ven a nosotros. ¿Porqué de los grandes encontronazos con Europa, sobretodo los del Supremo y de cierta derecha en los últimos años? Solo recordemos la Sentencia del Tribunal de Bruselas de la semana pasada referida al Ex-conseller Puig, donde han condenado a España hasta en costas.
La percepción de la Europa democrática, de nosotros, no es nada buena desde siempre y nada hemos hecho para repararla.
Hemos entrado en un club de élite, pero pensando que por ser españoles, no debíamos guardar ni la ética ni el decoro debidos. Y es que al fin del camino, el ofendedor olvida pronto, pero el ofendido, va ya por las diez generaciones.