Problema a la vista. Miles de catalanes residentes en el extranjero tendrán muchas dificultades para votar si la Justicia española y el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) da su veredicto en plena campaña electoral. Si la tumba definitivamente y anula el decreto de la Generalitat, mantenido las elecciones al Parlament de Catalunya el 14 de febrero, no se sabe que ocurrirá.
Los 255.087 catalanes inscritos en el censo de residentes ausentes (Cera) para los comicios autonómicos se han enfrentado a un sinfín de dificultades, aplazamientos y comunicaciones contradictorias de la Junta Electoral Central (JEC), y no hay nada resuelto definitivamente.
El conflicto judicial abierto por el ninguneo al Govern por parte de la justicia española con la fecha de las elecciones, que pone en peligro la salud de los catalanes por los intereses de Estado, sumados los problemas derivados del cierre del aeropuerto de Madrid por el temporal de nieve de hace dos semanas han complicado el voto rogado, que ya de por sí es un galimatías para los electores en el extranjero.
Los Consulados españoles iniciaron el proceso el pasado 28 de diciembre con la publicación del censo catalán en sus respectivas demarcaciones. La ventana para solicitar el voto se vio afectada por los estragos de la borrasca Filomena.
Ante las dificultades para hacer llegar las cartas en el plazo previsto por la ley, la Junta Electoral amplió el periodo previsto y autorizó a que las comunicaciones se realizasen a través de la sede electrónica del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El plazo para rogar el voto se amplió al 19 de enero. Pero la Generalitat aprobó el viernes 15 de enero el decreto de suspensión del 14-F. Y la Junta Electoral pidió a los consulados que anularan todo el proceso y la información recabada hasta la fecha. Ningún catalán residente en el extranjero ha podido solicitar su voto desde el pasado sábado.
