El portavoz del centro médico Kyle Toto ha explicado que uno de los congeladores donde se conservaban miles de dosis de la vacuna Moderna, fue desconectado por error de un trabajador del servicio de limpieza la semana pasada.
Concretamente, 1.900 dosis de la vacuna han tenido que ser tiradas, literalmente, a la basura, pues al romperse la cadena de frío que ha de custodiarlas, los virales resultan ya inservibles.
La cadena Ser daba hoy la noticia, señalando que este hecho no es puntual, y que están sucediendo casos similares en distintos lugares.
En Michigan acaban de perderse 1.200 dosis por enfriarlas más de lo debido.
Otros lo hacen de manera intencionada, como el farmacéutico Steven Brandenburg, que descongeló a propósito 500 dosis de la vacuna en Wisconsin, convencido de que no eran seguras para la salud.