La gravedad del asunto requiere medidas drásticas. La falta de transparencia en los contratos con las farmacéuticas abre una crisis en la Unión Europea (UE) y pone en riesgo la campaña de vacunación en estos países.
La alarma ha saltado tras el conflicto entre la UE y la empresa farmacéutica AstraZeneca y sede en Cambridge, Reino Unido, con reproches cruzados sobre los compromisos adquiridos en los contratos. La Comisión Europea ahora quiere hacer público el documento firmado, pero hasta este momento ha permitido que la negociación sea totalmente opaca para todos los ciudadanos.
Meses de preparación para la campaña de vacunación se pueden ir al traste ante un escenario mucho más incierto de lo que aseguraron las autoridades europeas. Las consecuencias en España ya son notables: Catalunya hoy viernes se puede quedar sin vacunas y Madrid ha suspendido el suministro de las primeras dosis durante dos semanas.
Este riesgo lo alertaron expertos y asociaciones civiles hace meses. La solución hubiera sido fácil en el pasado: publicar los contratos con las farmacéuticas y suprimir las patentes de las vacunas para favorecer la producción masiva. Sin embargo, los países ricos siempre optaron por no confrontar con las farmacéuticas, mantener en secreto los contratos y proteger los intereses de los laboratorios. Lo mismo de siempre.