Sí, no se sabía exactamente, pero el ex ministro de Sanidad, Salvador Illa, entre esta noticia y la gestión de la Pandemia, se ha ido del Gobierno como se suele decir, ‘por piernas’ dejando una verdadera patata caliente en manos de su sucesora, Carolina Darias, empecinado como estaba en generalizar en los centros de salud el denominado aborto farmacológico hasta la novena semana de gestación.
Básicamente, consiste en que el ambulatorio suministra un tratamiento con píldoras a la embarazada y, si no hay complicaciones, expulsa naturalmente el feto en casa sin necesidad de acudir a clínica alguna, privada o pública. Asunto del que ha informado VozPopuli y que hizo a las compañeras socialistas de Illa rechazar de plano tal decisión.
De hecho y por ese motivo, las mujeres de PSOE y Podemos, y el feminismo, en general, aún están protestando con dureza por lo que consideran “una clara cesión a las presiones del lobby farmacéutico” por parte de Illa, ha señalado a una exdiputada socialista.
Esta ex compañera del ahora candidato a ‘President de Catalunya’, en el 14F considera que esta medida pone en riesgo la salud de las gestantes porque en sus domicilios corren riesgo de hemorragias sin control médico. Además, prácticamente condenaría al cierre a la red asistencial de clínicas privadas.