Nuevo rapapolvo al socialista Josep Borrell como responsable en su cargo europeo en su visita ayer a Moscú. El ministro de exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, ha reprochado a la Unión Europea el encarcelamiento de los presos políticos catalanes después de que el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, haya exigido a su gobierno la liberación del opositor Alexei Navalni.
El ministro de exteriores ruso afirmó que Bélgica y Alemania contradijeron a los tribunales españoles en el caso del 1-O y que «España defendió su sistema judicial. «No cuestionar las decisiones de nuestro sistema judicial», dijo Lavrov durante una rueda de prensa conjunta con Borrell, donde le ha acusado de aplicar «dobles estándares». Además, ha denunciado que Rusia fue acusada «sin pruebas» de ayudar en el referéndum del 1-O.
Lavrov aseguró que Rusia nunca ha hecho comentarios públicos sobre «presuntas decisiones judiciales políticamente motivadas» en la UE para esquivar las críticas en el caso Navalni. Lavrov calificó las acusaciones de «maleducadas» y «arrogantes».
El Alto Representante de la UE, Josep Borrell, reclamó a Lavrov al principio de la rueda de prensa la liberación del opositor Alexei Navalni y la apertura de una investigación «imparcial» de su envenenamiento. Borrell ha asegurado que Bruselas respeta «la soberanía rusa», pero que «el estado de derecho, los derechos humanos, la sociedad civil y la libertad política son centrales» para sus relaciones con Moscú.
Josep Borrell decidió ir a Moscú, pero no ha hecho más que fomentar la división en la UE sobre su visita en un momento delicado. El jefe de la diplomacia europea se presenta en Moscú en un momento de máxima tensión tras citada sentencia al líder opositor ruso Alexei Navalni. Mucho no terminan de entender el movimiento del jefe de la diplomacia europea, y algunos Estados miembros se han opuesto al viaje.
El viaje de Borrell ha logrado cosechar incomodidad prácticamente en todos los sectores. Rusia no se siente cómoda y asegura que no piensa aceptar lecciones por parte del catalán, y encima algunos Estados miembros europeos consideran que no era el momento de hacer este viaje. Hay que aplaudir como Borrell sigue siendo capaz de enfadar a los dos bandos, al suyo y al del contrario. Inaudito.