Salvador Illa, ministro de Sanidad, y Carolina Darias, ministra de Política Territorial y Función Pública, comparecieron poco antes de que el socialista dimitiera como ministro para anunciar los acuerdos alcanzados tras la celebración del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, donde el titular de Sanidad desvelaba que «ya hay más de un millón de personas vacunadas», y lo hacía para se respetaran los grupos de vacunación según prioridades. Residencias, trabajadores esenciales, etc.
«Hemos constatado que empieza a notarse el efecto en las residencias de mayores de las dosis que se han puesto. Hay un descenso en el número de casos que se aprecia en residencias de mayores. Los datos de vacunación van a un ritmo ya óptimo. Aquí el cuello de botella son las dosis que recibimos». Afirmando que «el grupo técnico de la vacuna anti-Covid ya ha fijado que el siguiente «Grupo Diana en ser vacunado va a ser el de las personas mayores de 80 años».
Illa también hizo mención a las posibles sanciones por las vacunaciones de grupos fuera de los establecidos: «El Ministerio lo que hace es recordar a todo el mundo seguir, por el bien de todos, «el plan». No hay vacunas para todos mañana. Todos vamos a tener acceso a una vacuna eficaz, pero no todos mañana, de golpe, son los expertos los que definen los criterios. Todos debemos predicar con el ejemplo, y más aún los que tenemos responsabilidades públicas. Creo que con eso ya lo he dicho todo».
Por eso se ha levantado una gran polémica cuando el ex ministro de Sanidad fue el único que no se hizo las pruebas ni acreditó que está libre de Covid en el debate celebrado ayer en la televisión pública catalana, TV3, tal como hemos informado. El tema está levantando suspicacias negativas hacia ese candidato. Illa ha declarado en RAC1 que está «muy enfadado» por la información, aunque no lo ha desmentido. Con lo que ha hecho aumentar aún más el escándalo.
