El rosarino portavoz de Podemos en el Congreso, ha proferido una más de sus delicadas perlas políticas contra la democracia española, quizás un poco menos perfectible que la de su país natal, Argentina, no digamos Rusia, y por supuestos los circunloquios que mantienen el anidamiento en Galapagar.
No soy yo quién desde mi modesta posición de viejales socialista, voy a pedir que cesen al vicepresidente Iglesias, porque esa sería la pócima que necesita para seguir envenenando con su charlatanería a la sociedad española, y más, quiero dejar para su vergüenza política sus desafíos permanentes a la concordia del primer gobierno de coalición de centro-izquierda de la democracia española.
Señor Echenique, la Física posiblemente necesite de su talento, y me alegra, pero lo que es la política poco necesita de sus bravatas. En España, gracias a la democracia que le labramos para su desarrollo, podemos estar tranquilos de que aquí nadie desde el estado envenena a los opositores con Polonio, y hasta le ponemos garitas de protección frente a los que protestan ante la casa de Pablo Manuel. Recuerdo la obligación legal que pasamos, para que una comunidad de propietarios, modestos cooperativistas, aceptaran la coexistencia en su bloque de dos pisos preparados para una comunidad “retron¨, cosas del franquismo que desafiábamos.
Usted no está en la lucha de Andréi Sajarov por la libertad y la democracia: el mundo no ha visto al ministro ruso de exteriores ruso, Sergei Lavrov, dando explicaciones en la Duma por su lamentable actuación frente al señor Borrell, mientras el envenenado Nalvani se pavonea alrededor. Su reprobable capacidad política, no ha fisgado, lo que hasta el más cegato ha podido ver, al Ministro de Exteriores de la Comunidad Europea dando explicaciones sobre su visita a Rusia, mientras el envenenador huido de la Justicia, Puigdemont, buscaba plasmarse dando vueltecitas alrededor del preclaro catalán Josep Borrell.
Se suele decir, se ha pasado más de una legua, Echenique, aunque en su lucha por la mejora de la democracia, bien podría tener en su conciencia, pedir la dimisión del selecto matrimonio al que le hace de marioneta. Mejor después de las catalanas.
Curro Flores