Tres años después, los principales partidos del país intentan vender que han logrado un acuerdo para renovar una Radio Televisión Española (RTVE) pública, pagada por todos, que está politizada de manera superlativa, al servicio del Gobierno de turno, especialmente el de las derechas conservadoras. Como ha sido siempre, y así seguirá.
Se intenta sacarla de la situación de interinidad en que se encontraba, aunque nadie se lo crea, liderada por una administradora única, Rosa María Mateo, una ‘progre de derechas’, muy contestada dentro y fuera de la entidad. Sin embargo, a la vista de los perfiles de los 10 consejeros pactados esta semana, la decepción, y no el alivio, ha sido la sensación predominante.
Sensación que durante el encuentro político fue en aumento, sobre todo a raíz de la aprobación de la lista por el pleno del Congreso. Seis consejeros ya tienen el visto bueno de la Cámara Baja: José Manuel Pérez Tornero (que será el presidente), Elena Sánchez, José Manuel Martín Medem, Carmen Sastre, Jenaro Castro y Juan José Baños. Los otros cuatro serán avalados por el Senado dentro de unos días.
El Consejo de Informativos de RTVE emitió un comunicado horas después de la votación de los diputados para lamentar que los partidos hayan optado por una selección basada en «la cuota política» en vez de en los méritos, la capacidad o la trayectoria profesional. O sea como dice el refrán «el mismo perro pero con distinto collar». Una RTVE intervenida y sometida al poder del Estado.