Ir a la gresca entre socios de coalición significa destapar la corrupción de la política española y si es de las derechas aún es más cuantioso. Es lo que que le ha pasado a Mario Gómez, de Ciudadanos, enfrentado de manera irreversible desde hace meses a sus socios del PP, que deja en una situación insostenible el pacto entre ambos partidos y la alcaldía del popular Ballesta, tras su denuncia a la UDEF.
Ciudadanos, y el Partido Popular del alcalde, José Ballesta, alcanzaron un acuerdo de Gobierno y él se convirtió en vicealcalde, en concejal de Fomento y en el responsable de la mesa de contratación del municipio y empezó a actuar contra la corrupción en su Ayuntamiento, según revela la denuncia presentada ante los agentes.
Entre los contratos que Gómez trasladó a la policía para que fueran investigados figuran desde pequeños proyectos hasta grandes adjudicaciones. Desde los contratos de mantenimientos de las motos de la policía local, que se adjudicaban recibiendo tres ofertas, como marca la ley, pero procedentes de distintos miembros de una misma familia; hasta contratos de decenas de millones de euros.
Uno de los más importantes es el de la conservación, mantenimiento y restauración de los parques y jardines de la ciudad. Tal y como ha podido comprobar diario.es, todo el proceso del contrato, hoy denunciado también a la fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Murcia por el PSOE en la región, está salpicado de datos y hechos dudosos.