El ministerio de Sanidad ha confirmado hoy que está investigando tres casos de trombosis en personas que han sido vacunadas con las dosis de AstraZeneca. También ha abierto una investigación por la muerte de una profesora que ha muerto a causa de un ictus isquémico, después de haber sido vacunada hacía 10 días.
Por el momento Sanidad explica que son tres casos los que están investigándose, por posibles efectos adversos, de las 975.661 vacunas administradas hasta ahora.
También se ha explicado que estos tres casos son «eventos trombóticos que se han asociado a una disminución del número de plaquetas en sangre, lo que puede producir una activación anormal del sistema de coagulación».
El pasado lunes se suspendió la administración de la vacuna de AstraZeneca en España, de manera temporal, después de que el pasado viernes la ministra de sanidad dijera que las dosis del supuesto lote problemático ya habían sido administradas en España y que no había riesgos para la salud. Sin embargo, poco después de informar en este sentido desde el ministerio, regiones como Cataluña o Andalucía procedieron a la retirada inmediata de las dosis que todavía quedaban por administrar en sus territorios, para evitar posibles riesgos. La Agencia Europea del Medicamento, por su parte, ha afirmado que la aplicación de la vacuna es segura y que no hay relación causal, hasta el momento, entre las dosis aplicadas y los casos de trombosis detectados.
Investigación sobre la profesora de Marbella
Uno de los casos que está investigando el ministerio de Sanidad es el de la profesora de Marbella, que ha fallecido con 43 años tras haberse administrado la vacuna hace diez días.
La causa de la muerte ha sido una hemorragia cerebral.
Según información publicada, la maestra comenzó a sentirse mal el mismo día 3 de marzo, horas después de ponerse la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca. Acudió a Urgencias del Hospital Quirón con dolor de cabeza y malestar general. Los médicos le explicaron que estos eran síntomas habituales tras la administración de la vacuna. Y regresó a su casa.
Sin embargo, diez días después, el 13 de marzo, acudió de nuevo al hospital al no remitir los síntomas y encontrarse mal. Fue cuando le realizaron un TAC y no apreciaron nada significativo en él.
El malestar fue en aumento y al día siguiente, 14 de marzo, procedieron a realizar la misma prueba de nuevo. Fue cuando detectaron una hemorragia cerebral masiva, por lo que se procedió a intervención inmediata para drenar. Detectaron así un edema cerebral (una acumulación de líquido).
La mujer falleció ayer martes. No tenía patologías previas, era madre de dos menores y profesora de instituto.