Cuando se dice ni una, es ni una, con este Gobierno. Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, vaticinó el pasado 11 de enero que «la variante británica del coronavirus va a ser marginal». Casi tres meses después de esas declaraciones, la evidencia científica pone en cuestión sus palabras: la cepa que fue detectada en el Reino Unido, más contagiosa que la original, es ya la predominante prácticamente en todo el territorio español.
El último informe actualizado del Ministerio de Sanidad, del 26 de marzo, sobre la evolución de las nuevas cepas del coronavirus reconoce que la variante detectada en Reino Unido es ya la mayoritaria en 16 de las 17 comunidades autónomas españolas. A excepción de Aragón, donde uno de cada tres casos de Covid se deben a esta cepa, el resto de regiones españoles muestran tasas superiores al 50%.
El porcentaje varía ostensiblemente entre autonomías y en algunos casos representa la práctica totalidad de los casos detectados. Es lo que ocurre en Asturias, donde se sitúa ya por encima del 95%, de acuerdo con los datos ofrecidos.
Ese umbral ha sido superado este domingo también en Cantabria, según ha confirmado el propio director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann: «Es la dominante y la que está prácticamente en todos los casos». Por lo que una vez más los responsables sanitarios del Gobierno están en la picota.