La Comunidad de Madrid una vez más demuestra que va por libre de manera prepotente en el tema del Covid. Si ya había tenido posicionamientos despóticos e intolerables contra el propio Ejecutivo, actuando como Gobierno central, por temas como el horario de cierre en bares y restaurantes, el toque de queda, el confinamiento territorial etc. etc. ahora pretendía hacer lo mismo con la compra de vacunas.
Nada menos que tanteó la compra de la vacuna rusa Sputnik V, al margen del Gobierno. El diario ABC explica que el consejero de Sanidad se reunió tres veces con los intermediarios que distribuyen la vacuna Sputnik. Según este medio, el objetivo del gobierno de Isabel Díaz Ayuso era buscar un acuerdo para toda España, ante «la inoperancia del gobierno central», según dicen.
La intención era negociar o trapichear para que esa vacuna pasara por sus manos. Una de estas reuniones fue el 11 de febrero, dejando claro que los representantes autonómicos se limitaron a escuchar y que no se cerró ningún acuerdo. Por la parte de Rusia, el cónsul honorario dejó claro que si la Agencia Europea del Medicamento aprobaba la vacuna, Madrid podría tener las dosis en la fecha que pactaran.
Además, el interés de la Comunidad de Madrid tiene que ver con la posibilidad de que la vacuna rusa se produzca en una farmacéutica española. La empresa IberAtlantic tiene un acuerdo cerrado con el laboratorio español Zendal, en Pontevedra, en caso de que sea necesario producir la vacuna de manera masiva.