El ex jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), el general Miguel Ángel Villarroya, sigue inmerso en polémica. Desde su cese en enero por vacunarse antes de tiempo contra el coronavirus, se le premio primero con una Orden Militar, se le ofreció después un retiro dorado en Estados Unidos que no le correspondía, y ahora, según indican varios medios, podría estar unos años más ‘en activo’ por gracia y designio del Gobierno Socialista.
Seguirá como miembro de la Asamblea de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo (ARMOSH). Con esta decisión directamente de la Ministra de Defensa, Margarita Robles, en los próximos años disfrutará de unos privilegios en Washington como consejero para asuntos de defensa ante la Organización de Estados Americanos (OEA).
Villarroya ha decidido continuar dentro de la ARMOSH, porque, en caso contrario, en apenas un año se produciría su pase automático a la condición de retiro –concretamente en mayo de 2022– al llegar a los 65 años, momento en el que tendría que dejar su puesto de agregado militar en la embajada española ante la OEA.
Pero dentro de la ARMOSH podrá estirar su privilegiado puesto hasta un máximo de seis años. Así el ex Jemad con el paripé del cese de la socialista, se aferra a la silla de la ARMOSH con el beneplácito de la ministra, provocando así una situación inédita en la historia de esta orden militar: Villarroya será el primer miembro que asista a las reuniones de forma telemática, en su caso desde Washington.