El gobierno británico desvelaba este fin de semana el sistema de colores que muchos pueden considerar innecesario y que comenzará a regir a partir del 17 de mayo, «como pronto», con el que discriminará a distintos países en función de la prevalencia del virus. Se hará con criterios que mantienen la obligatoriedad a los visitantes foráneos de realizarse pruebas antes y después de llegar a territorio británico en cualquiera de los casos.
El Ejecutivo de Boris Johnson aún no ha desvelado qué países entrarán dentro de cada una de las tres categorías, tiene previsto hacerlo ya en mayo, pero sí han comenzado a arrojar luz sobre el sistema que podría estar en vigor de cara a la temporada estival.
Las autoridades tendrán en cuenta datos como la tasa de incidencia, el porcentaje de población vacunada, la prevalencia de nuevas variantes y el acceso a datos fiables para discriminar a los distintos países en tres colores distintos: rojo, ámbar y verde.
Para las áreas consideradas de mayor riesgo, que entrarán dentro de la categoría roja, se mantienen criterios similares a los actuales, de tal forma que los viajeros llegados de estos países deberán guardar una cuarentena de diez días en un hotel y someterse a un total de tres pruebas, una previa al viaje y otras dos en el segundo y el octavo día tras llegar a Reino Unido.
Para los países en ámbar, también se estipula una cuarentena de diez días que no tiene que ser necesariamente en hoteles y el mismo número de pruebas, aunque al quinto día se da la opción de realizar un test que permitiría abandonar el aislamiento de forma anticipada.
Quienes lleguen a Reino Unido desde las áreas marcadas en verde, deberán someterse a un test previo al viaje y otro posterior, en el primero o el segundo día, pero no deberán guardar cuarentena ni son obligatorias más pruebas para acreditar que la persona no es portadora del SARS-COV-2.
Una vez entren en vigor los cambios, los viajeros no tendrán que presentar ninguna razón válida para abandonar Reino Unido y, pese a la cautela, el Gobierno ha comenzado a lanzar mensajes de optimismo. «Por primera vez puedo decir que no desaconsejo reservar vacaciones», ha dicho en la BBC el ministro de Transporte, Grant Shapps.
Sigue el alto riesgo de contagio en Reino Unido
Las autoridades sanitarias británicas han confirmado este domingo más de 1.700 nuevos casos de coronavirus y una decena de fallecidos en las últimas horas mientras que más de 32 millones de personas han recibido, al menos, la primera inyección de la vacuna contra el coronavirus en el país.
Un número de 1.730 personas han dado positivo en las pruebas durante las últimas 24 horas, para un total de 4.369.775 contagios desde la declaración de la pandemia. El número total de fallecidos en el país asciende a 127.087.
Desde el viernes han sido ingresadas en el hospital 221 personas, para un total de 2.862 personas. Un total de 406 personas se encuentran ahora mismo en cuidados intensivos.
Por último, en lo que se refiere al apartado de vacunaciones, 32,1 millones de personas han recibido la primera dosis de la vacuna, mientras que 7,4 millones han recibido las dos inyecciones.