Isabel Díaz Ayuso, presidenta de Madrid, defendió la semana pasada en una entrevista por televisión que las restricciones, sobre todo el cierre de la hostelería, no funcionan como medida para frenar al coronavirus y presumió de su gestión de la pandemia.
Cuando el entrevistador, el periodista Pedro Piqueras, le puso el ejemplo de las restricciones en la Comunidad Valenciana, donde la incidencia acumulada a 14 días ha bajado hasta 36,34 casos por cada 100.000 habitantes frente a los 336,41 casos de la Comunidad de Madrid, Ayuso respondió tajante: «Es que yo me tengo que comparar con capitales europeas.
La única manera de mirar esto es por densidad de población. Sólo me podría comparar si acaso con Catalunya y no está mucho mejor». Este pasado domingo el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, insistió en la misma idea en otra entrevista televisiva: «Madrid no está peor que otras grandes ciudades de Europa». Falso.
Madrid no es la peor en incidencia acumulada en comparación con las capitales europeas más representativas (París, Berlín, Roma y Londres), aunque desde la Semana Santa están yendo a peor, pero sí que está a la cabeza europea respecto a la tasa de mortalidad. Lo dice el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), la agencia de la Unión Europea para la pandemia.