Por fin, con un sobre coste que ha doblado el precio, en el que una serie de cuatro submarinos S-80 costaran casi 4.000 millones de euros. Hay que recordar que el programa establecía la compra de cuatro naves por 1.750 millones, por lo que el submarino S80 de Navantia ha multiplica por cinco su precio. Los problemas que obligaron a incrementar su tamaño y coste ha hecho que esta primera unidad haya tardado nada más y nada menos que 17 años en construirse. Muy al estilo ‘Marca España E’.
Aún así se ha finalizado en los astilleros que Navantia tiene en Cartagena el primero de ellos, el S-81 «Isaac Peral», que da nombre a la clase. El jueves de la próxima semana tendrá lugar en tierra firme la ceremonia de amadrinamiento del sumergible con la presencia del Rey Felipe VI, la Reina Letizia, la infanta Leonor y la princesa Sofía, junto a la ministra de Defensa, Margarita Robles. Los responsables del astillero han indicado que el nombre de la madrina será la Infanta Leonor de Borbón.
Por razones operativas, la puesta a flote en directo ha sido separada de esa ceremonia protocolaria y tendrá lugar la siguiente semana, según detalló el director del astillero y del Programa S-80, Agustín Álvarez Blanco. El «Isaac Peral» quedará amarrado posteriormente al muelle de la factoría para iniciar unas pruebas de puerto que se prolongarán hasta diciembre.
En enero de 2022 hará su primera navegación en la fase de pruebas de mar, la última antes de la entrega a la Armada y su puesta en servicio a principios de 2023. Se espera que después de 17 años, no haya incidentes serios como el que hicieron alargar el buque 10 metros por sobrepeso, al no estar seguros que si se sumergìa pudiera volver a salir a flote. Entre otros problemas…
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