Otro nuevo juicio farsa contra Catalunya por parte de la justicia politizada del Estado. Esta vez contra su policía. La Audiencia Nacional juzgará a dos agentes de los Mossos que acompañaron a Puigdemont en el exilio. La Fiscalía pide tres años de prisión e inhabilitación de funciones por un delito de encubrimiento inexistente, pues Puigdemont siempre se ha puesto en manos del país visitado.
Estos actuaron con el deber y la máxima responsabilidad hacia su presidente, lo que ha provocado la protesta de varios colectivos de agentes e Interior contra la persecución obsesiva de Pablo Llarena hacia el independentismo. E instan a que cualquier “acompañamiento” del expresidente de la Generalitat “sea considerado un honor y un acto de lealtad con el país y con el Cuerpo”.
Se trata del colectivo Mossos per la Democracia, el sindicato SEGCAT y la l’Assemblea de Treballadors en defensa de les institucions catalanes (ADIC Interior) que según informa VozPópuli, han firmado un manifiesto conjunto que acusa a Llarena de tener «una actitud prevaricadora «por el hecho de activar el CITCO (Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado) para seguir a estos agentes.
En el documento, los colectivos defienden la inocencia de los agentes, asegurando que «no han cometido ningún delito», y exigen al Departament d’Interior y a la Jefatura del cuerpo autonómico que “intensifiquen” el “apoyo institucional” hacia los dos agentes imputados por haber colaborado en la marcha de Puigdemont de territorio español. A la vez que critican el desvío del CITCO para esto cuando hay una alerta terrorista real de 4 sobre 5 en la UE.