Las elecciones que hoy se celebran en Escocia tienen gran relevancia. Precisamente porque según apuntan todos los datos, la victoria del independentismo será incontestable, lo que supondría, tal y como ya ha anunciado Sturgeon, el camino directo hacia un segundo referéndum de independencia.
Desde Dowing Street, Boris Jonson ha repetido ya en varias ocasiones que se opondrá frontalmente a la celebración de este segundo referéndum. Pero Sturgeon se ha mostrado igualmente contundente señalando que los comicios de hoy tendrán un carácter definitivo en este sentido: si el nacionalismo independentista escocés se ve respaldado en las urnas, y obtiene la mayoría absoluta, en ese caso, dará los pasos adelante para repetir un referéndum que ahora se produciría en un contexto bien distinto al primero.
Y es que, ahora Escocia se encuentra arrastrada por el Brexit, por lo que en el referéndum se estaría votando, no sólo la independencia respecto a Gran Bretaña, sino su pertenencia a la Unión Europea.
Un 62% de los escoceses votaron en favor de permanecer en la UE, a diferencia de los votantes de Inglaterra, que se pronunciaron en su mayoría por la salida, según remarca Michael Keating, experto politólogo de la Universidad de Aberdeen.
Los resultados se conocerán una vez se cierren los colegios electorales.