No creemos que Hacienda se atreva a culpar de nada al antiguo Jefe del Estado. Más bien parece una maniobra más de blanqueo. Si el Estado nunca se ha preocupado de investigar al rey de sus tropelías, por estar al margen de la ley, por su inviolabilidad judicial, su ‘gula’ administrativa, etc. difícilmente veremos ahora lo contrario, menos para manchar la imagen de los Borbones en España. En cualquier caso siempre estamos a tiempo para una primera vez…
En cualquier caso, la Agencia Tributaria ha comunicado a Juan Carlos I la apertura de una inspección para verificar si ha cumplido con sus obligaciones fiscales. Hacienda, según publica El Español, solicita más información sobre su declaración de hace unos meses, cuando pagó 4,4 millones de euros en relación a gastos en viajes. Veremos si aunque sea con poco, se encuentra sancionable por sus múltiples irregularidades económicas.
Inspectores de la Agencia Tributaria, apunta el mencionado medio, quieren verificar si la Fundación Zagatka, perteneciente a Álvaro de Orleans-Borbón, primo del rey emérito, es una pantalla que habría utilizado el monarca para desvincular formalmente de él el dinero que habría manejado para financiar viajes por todo el mundo. Zagatka abonó hasta 2018 y durante 12 años gastos del emérito por importe de 11 millones de euros. En especial, vuelos privados.
La Administración tributaria aún no ha dado el visto bueno a la regularización de esas rentas, realizada por la vía de autoliquidaciones complementarias del IRPF. Ahora, Hacienda ha comenzado un procedimiento de inspección en el que se ha solicitado todavía más información sobre los pagos asumidos por la fundación de Álvaro de Orleans-Borbón, así como otros datos. Juan Carlos I tiene la obligación de responder al requerimiento de información. Hacienda somos todos, ¿no?.
