Hay miles de vacunados con AstraZeneca que tras las puntuales críticas y/o experiencias negativas que se están dando, preferirían tener una segunda dosis de la vacuna con otro laboratorio, por ejemplo de Pfizer. Si embargo, los resultados preliminares de un estudio británico que estudiaba la combinación de las vacunas de Pfizer y AstraZeneca revelan que las reacciones adversas se multiplican aunque en ningún caso llegan a ser graves, siendo la más destacada la aparición de fiebre, según indica El País.
El estudio Com-Cov comenzó antes de que apareciesen los raros casos de trombos con la vacuna de AstraZeneca y que han llevado precisamente a varios gobiernos europeos a mezclar vacunas. El objetivo principal de este estudio era comprobar si la generación de anticuerpos mejora o empeora si se administran diferentes vacunas en la primera y en la segunda dosis.
The Lancet ha publicado los resultados preliminares respecto a los efectos adversos provocados por los pinchazos. De los 830 participantes voluntarios, los que más reacciones tuvieron fueron aquellos que recibían dosis de dos vacunas.
Fiebre: el síntoma más común
Entre las 110 personas a los que se administró primero la vacuna de AstraZeneca y, en segundo lugar, la de Pfizer, el 34% desarrolló fiebre, el síntoma más común. Un porcentaje que es muy superior al 10% (11 casos en 112 voluntarios) que tuvo fiebre después de recibir las dos dosis de AstraZeneca.
Asimismo, entre los que recibieron Pfizer + AstraZeneca, un 41% tuvo fiebre, superando ampliamente al 21% que desarrollaron este síntoma entre los que recibieron las dos dosis de Pfizer. En ninguno de los casos la fiebre fue superior a 38 grados.
Otros síntomas
Estas diferencias son similares en otras reacciones adversas provocadas por las vacunas como el dolor de cabeza, muscular o articular (más del doble en aquellos con vacuna combinada), los escalofríos, la fatiga o el malestar general. Los únicos síntomas donde se mantienen niveles parecidos son el dolor local en el lugar del pinchazo, las náuseas y diarreas.
En cualquier caso, ninguna de las reacciones adversas requirió la hospitalización del voluntario y la mayoría acabaron desapareciendo a los dos o tres días. “Los resultados apuntan a que los planes de mezclar dosis podrían provocar un aumento de las faltas al trabajo al día siguiente de la inmunización”, apunta el coordinador del ensayo, Matthew Snape.
El estudio completo llegará en junio
Los resultados sobre los niveles de inmunogenicidad (generación de anticuerpos) no estarán disponibles hasta el mes de junio, ya que, según el propio diseño del ensayo, a la mitad de los voluntarios la segunda dosis se le administrará a 84 días después de la primera.
La mayor aparición de efectos adversos no tendría que ser necesariamente una mala noticia, ya que según relata El País, “la intensidad de la reacción podría tener que ver con el desarrollo de la respuesta inmune espoleada no por una sino por dos formulaciones distintas”, es decir, que a mayor reacción adversa podría haber una mayor inmunización contra el coronavirus. Todavía son necesarios estudios que puedan corroborar esta teoría.