Òmnium Cultural con su presidente a la cabeza, Jordi Cuixart, y la presencia también del presidenciable Pere Aragonès, o la presidenta del Parlament Laura Borras, o del president inhabilitado Quim Torra, celebró ayer un acto en l’Hospitalet de Llobregat para exponer sus propósitos de futuro. Justo cuando se celebrarán, este julio, 60 años de la fundación de la entidad, Òmnium Cultural se propone continuar acompañando la sociedad civil y contribuir a la generación de consensos en el seno de la sociedad catalana.
Miembros importantes de la junta directiva de Òmnium, como Marcel Mauri o Clàudia Pujol, directora de la revista Sapiens, hacían público que entre los grandes retos de la entidad, que cuenta con casi 185.000 socios, está el de promover » una gran Muestra de Creaciones Artísticas en Catalán en las escuelas de los Países Catalanes «. Òmnium Cultural liderará también un «gran festival cultural, territorializado y multidisciplinar».
Pero como era de esperar, el mensaje político de Òmnium Cultural también ha estado presente. Con las autoridades políticas catalanas presentes Cuixart ha pedido «de corazón» a la clase política que «abandonen las dinámicas del desgaste y el hiper-tactismo», dejando claro que todos ellos son imprescindibles, y ha hecho un llamamiento a la paz ante unos días muy tensos entre los partidos: «Tenemos que seguir luchando sin que nos dividan».
Para proseguir, «basta de insultarnos entre compañeros de luchas compartidas, no llevan a ninguna parte. Basta!». Con todo, Cuixart reitera la necesidad de una «solución colectiva» para todos los represaliados, y pide la amnistía «para poder afrontar una resolución democrática del conflicto político» en Catalunya. Hay que recordar que hasta que el Tribunal Constitucional resuelva su recurso, Cuixart no podrá hacer llegar la causa al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).