Laia fue denunciada por su vecina. Es pianista y le acusaban de «hacer ruido» y ser la causante de delito contra el medio ambiente por contaminación acústica y por un supuesto delito de lesiones psíquicas contra su vecina.
Se le acusaba de todo ello por tocar el piano, y la Fiscalía en un primer momento llegó a pedir 7 años de prisión considerando que la pianista era culpable de los delitos señalados.
La Audiencia confirma que los padres de la pianista llevaron a cabo las obras necesarias para adecuar la vivienda. Además, la pianista estudiaba de 9 a 13.00 y de 14.00 a 18.00 horas, dentro de la franja horaria permitida.
Según la sentencia que se ha publicado hoy, donde se absuelve a la pianista de responsabilidad penal alguna, no queda acreditado que exista una relación directa entre los sonidos producidos por el piano y los trastornos de la vecina.
El Tribunal ha considerado que «en este proceso se ha disparado contra todo lo que se movía, por elevación y con pólvora del rey», al entender que no había ningún tipo de sustento para llevar adelante la denuncia presentada. Y entiende que los padres de la pianista, también denunciados, han tenido que ser sometidos a una pena de banquillo totalmente injustificada e injusta durante un proceso judicial que ha durado años.
Además, en la sentencia de la Audiencia se señala a la Fiscalía por haber mantenido una petición de penas desorbitada. De hecho, la petición de siete años en un principio de prisión -que luego rebajó a 20 meses– ha supuesto que el asunto se haya tenido que ventilar ante la Audiencia por el escándalo ocasionado.