Entre los magistrados de la justicia española hay complicidad, y un nuevo escándalo resulta la prueba. Según informa el diario El Confidencial, el Tribunal Supremo ni siquiera sancionará un juez que envió a prisión a un hombre por error. El digital asegura que el magistrado situó al acusado en una pelea a pesar de tener unos documentos médicos que acreditaban que se encontraba en el hospital durante el momento del delito.
La víctima de este caso de negligencia no se quedó de brazos cruzados, y exigió que se sancionara Enrique Peralta Prieto, el presidente de la sección novena de la Audiencia provincial de Málaga, pero no han hecho caso. Queda demostrado que este juez ha sido negligente a la hora de valorar las pruebas existentes en el procedimiento, inventándose franjas horarias no motivadas en sentencia, que contradicen los datos de unos documentos imparciales.
Ahora, el afectado ha pedido una indemnización de casi un millón de euros para el año que pasó en prisión cuando está demostrado que era inocente, ya que durante este periodo fue diagnosticado con depresión, ansiedad, estrés y deterioro cognitivo debido al mal trago. Sin embargo, el juez queda impune de cualquier sanción o castigo.
El promotor de la acción disciplinaria de los jueces, que es el encargado de sancionar las conductas de estos profesionales, expone de manera sorprendente que “no toda la resolución judicial que no se ajuste a una adecuada interpretación del derecho implica que quien la dictó haya incurrido en conducta constitutiva de infracción” y, por tanto, determina que no hay sanción.