El Comité de Bioética de España ha informado hoy de su posición sobre el proceso de vacunación con la segunda dosis de AstraZeneca para aquellas personas que fueran vacunadas en la primera ocasión con esta marca.
Se hace referencia a las personas menores de 60 años que estaban esperando, tras haber recibido la primera dosis, qué sucedería con las sucesivas.
Para poder recibir la segunda dosis de la misma marca, deberán firmar un consentimiento en el que constarán los posibles efectos adversos y estar informados de los mismos.
«Parece ética y legalmente recomendable que las personas que rechacen vacunarse con un esquema heterólogo firmen un protocolo de consentimiento informado específico, que acredite documentalmente tanto su rechazo a la vacunación en tal esquema como que disponen de suficiente información sobre el riesgo de síndrome de trombosis con trombocitopenia asociado a la vacuna de AstraZeneca. Ello no supone alterar o renunciar, en modo alguno, al criterio general de consentimiento verbal para la vacunación frente al COVID-19″, han señalado a través de un comunicado.
Esto significa que aquellas personas que no quieran ser vacunadas con una marca distinta en su segunda dosis, habiendo recibido en la primera AstraZeneca, deberán firmar este documento donde constarán los posibles efectos secundarios de la vacuna de esta marca.
El informe elaborado por el Comité de Bioética ha sido a su vez remitido por la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad a la Comisión de Salud Pública, donde están representadas todas las comunidades autónomas. Formará parte de la Estrategia de Vacunación estatal.
Lo correcto es ponerse la segunda dosis de otra marca
Según ha explicado el presidente del Comité de Bioética, lo correcto sería administrarse una vacuna de otra marca, y que en este caso, la libertad de elección del paciente no debería ser el criterio principal, sino las recomendaciones científicas. Sin embargo, es preferible que alguien se ponga las dos dosis de AstraZeneca, si así lo desea, en lugar de quedarse sin vacunar de forma completa.
Es importante subrayar que se trata, en todo caso, de personas menores de sesenta años, que es el grupo de edad en el que se ha detectado mayor incidencia de los casos de trombosis.