La República Árabe Saharaui Democrática (RASD) es un Estado formado por la antigua provincia española del Sahara español (actual Sahara Occidental).
El 27 de febrero de 1976, el Frente Polisario proclamó la República Árabe Saharaui Democrática y a El Uali como su primer presidente. Pero el territorio durante 1976 fue ocupado ilegalmente por Marruecos. Desde entonces, el Sahara Occidental es un territorio administrado de facto por Marruecos, aunque la RDAS mantiene el control del 35 % del mismo.
El 9 de noviembre de 2020, la RASD denunció que Marruecos estaba movilizando tropas y avisó de que respondería «con firmeza a cualquier agresión». Unos días después, estalló una nueva guerra entre la RASD y el Frente Polisario por un lado y Marruecos por otro.
A finales de abril, Marruecos filtraba que el líder del Frente Polisario, Brahim Gali, estaba ingresado en el hospital San Pedro de Logroño (La Rioja). “El Reino de Marruecos deplora la actitud de España […] (y) manifiesta su decepción ante un acto contrario al espíritu de colaboración y buena vecindad con relación a un asunto fundamental para el pueblo marroquí”, criticaba un comunicado de Rabat el 25 de abril.
La respuesta a esta situación por parte de Marruecos ha sido la llegada de miles de inmigrantes irregulares a Ceuta en los últimos días, provocando un caos y un conflicto diplomático.
Por si alguien tenía dudas del nexo entre una cosa y otra, Karima Benyaich (embajadora de Marruecos en España) acaba de declarar que en las relaciones entre países hay actos que tienen consecuencias. Clara alusión a la atención médica prestada en España al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, que tanto molestó a las autoridades de Marruecos.
Parece evidente que la República Árabe Saharaui Democrática y el Pueblo Saharaui necesitan la ayuda y el apoyo de las instituciones internacionales.