El Gobierno marroquí ha ido un paso más allá en la crisis diplomática abierta con España, asegurando que esta no es resultado solo de la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, y planteando al Ejecutivo de Pedro Sánchez cuál habría sido su reacción si quienes hubieran sido recibidos en el Palacio Real marroquí fueran ‘separatistas’ catalanes.
En un extenso y duro comunicado, el Ministerio de Exteriores marroquí ha subrayado que la crisis abierta por la acogida por motivos humanitarios de Ghali, ingresado en un hospital en Logroño con Covid, plantea «una cuestión de coherencia». «No podemos luchar contra el separatismo en casa y fomentarlo en casa del vecino», ha esgrimido.
Así, ha sostenido que Rabat optó desde el principio de la crisis catalana «por ponerse del lado de la integridad territorial y la unidad nacional» de España y ha preguntado al Gobierno «¿cuál habría sido la reacción de España si un representante del separatismo español hubiera sido recibido en el Palacio Real marroquí?»
Tras reprochar «una memoria corta», Rabat recuerda que en 2012 durante una visita al país de una delegación económica catalana, «se modificó el programa, a petición del Gobierno español», para que no fuera recibida a alto nivel y que todos los encuentros se mantuvieran en presencia del representante de la Embajada de España en Rabat.
También se mantuvo la «coherencia» cuando en 2017 se rechazó la visita de un «gran líder del separatismo catalán» y por tanto, sostiene el Ministerio de Exteriores en su comunicado, «Marruecos está en derecho de no esperar menos de España».
Igualmente, Marruecos saca pecho de su «solidaridad» con España pese a «dificultades naturales relacionadas a la vecindad, que incluyen las crisis migratorias cíclicas». «La solidaridad es a la asociación lo que la fiabilidad es a la buena vecindad y lo que la confianza es a la amistad», ha recalcado.
Entre los ejemplos de solidaridad de los últimos años cita el que tras la crisis de 2008 recibió «con los brazos abiertos» a trabajadores y empresarios españoles y les permitió instalarse y trabajar en Marruecos, pero sobre todo se ampara en la lucha contra la inmigración y contra el terrorismo.