La presión de Marruecos ha hecho que el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, haya obligado a España a repatriarlo fuera de España, en dirección al Sáhara Occidental. Lo ha hecho después de haber sido ingresado un mes y medio en un hospital de Logroño para recibir tratamiento contra la Covid-19. El avión medicalizado que la ha trasladado a Argelia salió a la una y media de la madrugada y ya ha aterrizado en Argel, la capital de Argelia.
Ghali ingresó gravemente enfermo en el Hospital San Pedro de Logroño a mediados de abril. El hecho de que el gobierno español le permitiera la entrada en España por «razones humanitarias» provocó las quejas de Marruecos.
Este martes, horas antes de partir de España, Ghali ha declarado en la Audiencia Nacional acusado de varios delitos, entre ellos el de genocidio. Después de escucharlo, el juez Santiago Pedraz le ha dejado en libertad sin ninguna medida cautelar, con la única obligación de estar localizable.
El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, ha confirmado este martes por la noche la salida de Brahim Ghali de España en cuestión de horas, al no tener «nada pendiente» con la justicia tras haber declarado en la Audiencia Nacional.
«No tiene sentido que continúe en España. La atención humanitaria ha terminado», dijo Ábalos en una entrevista en TVE. El ministro explicó que el avión que esta mañana había salido de Argelia con destino a Logroño ha tenido que dar media vuelta porque que el aeropuerto español «no tenía los dispositivos para acoger» el aparato que debía trasladar el líder del Polisario.
Hacia las diez de la noche, Ghali ha recibido el alta en el centro sanitario y ha sido trasladado en ambulancia y escoltado por las fuerzas de seguridad hasta el aeropuerto de Pamplona. Fuentes diplomáticas aseguraron que el gobierno marroquí ha sido informado de la salida del líder del Polisario, que «llevaba la documentación a su nombre con el que entró en España».