El Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), adscrito al Consejo General de Economistas, ha advertido del creciente interés por parte de contribuyentes para trasladar su residencia fiscal a otro país u otra comunidad, aunque sea de forma ficticia: sin que en realidad se produzca una mudanza física de la persona.
El objetivo es pagar menos impuestos a Hacienda, aprovechando que hay otros países con tributos más bajos y otras autonomías en las que los impuestos cedidos (como el de Patrimonio o el de Sucesiones y Donaciones) están bonificados o que los tramos autonómicos de algunos tributos nacionales (como el IRPF) son más bajos, según se desprende de la última encuesta que ha realizado internamente este organismo.
Es significativo, según indica VozPopuli, que más del 60% de estos asesores fiscales crean que los cambios de residencia en ambos casos son ficticios, sin que se cumplan los requisitos reales para que se considere que el contribuyente debe tributar en otro país o región. En los traslados entre autonomías, en un 55% de los casos no llegan a producirse.
Estos fiscalistas, con un consenso del 86%, cree que las diferencias en la normativa de los impuestos que se pagan en cada comunidad son los que provocan cambios, reales o ficticios, en la residencia fiscal de las personas», de ahí que no vean sostenible que se pueda mantener la brecha de presión fiscal entre las regiones españolas.