La Universidad de Standford ha publicado en la revista Nature el resultado de una investigación realizada sobre el cerebro de las personas fallecida por COVID-19.
El estudio señala que los circuitos cerebrales deteriorados se asimilan a los de las personas que tienen enfermedades neurodegenerativas.
Los análisis del tejido han analizado las muestras de miles de genes de las 65.309 células individuales de tejido cerebral. Han hallado que los genes relacionados con la cognición, la esquizofrenia y la depresión se activan con mayor frecuencia en los cerebros de pacientes con COVID-19.
Señala el estudio que «también hubo signos de fallos neuronales en la corteza cerebral, la región del cerebro que juega un papel clave en la toma de decisiones, la memoria y el razonamiento matemático». Y señalan que «estas neuronas forman circuitos lógicos complejos que realizan estas funciones cerebrales superiores».
No han hallado restos de virus en el cerebro, lo que ha sugerido a los investigadores que bastaría con la infección en el resto del cuerpo para causar síntomas neurológicos, incluso en personas que no mueren a causa de esta enfermedad. Los resultados pueden ayudar a entender mejor la confusión mental que experimentan los pacientes de COVID-19, la fatiga y otros síntomas neurológicos y psiquiátricos que se han detectado en el Covid prolongado.
El informe completo puede consultarse aquí.